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En muchas ocasiones, cuando leemos las etiquetas de algunos productos cosméticos, aparece la manteca de karité o “Butyrospermum Parkii Butter” en su nomenclatura INCI. Es un ingrediente clásico pero al mismo tiempo básico para nutrir la piel, los labios y las zonas más secas debido a sus grandes propiedades.
¿De dónde sale la manteca de karité?
La manteca de karité es la grasa que se extrae de las nueces del árbol de karité. Es sólida a temperatura ambiente y tiene un color blanquecino o marfil. Los árboles de karité son nativos de África occidental, y la mayoría de la manteca de karité todavía proviene de esa región.
En esta zona africana se usa como alimento, del mismo modo que nosotros utilizamos el aceite de oliva o de girasol. Para ello, se extraen las cáscaras de las nueces del karité y se trituran y tuestan hasta formar manteca. A continuación, esta pasta se lleva a ebullición de forma que se separa la parte grasa, que queda en la superficie y es fácil de separar, obteniendo la manteca de karité más pura y sin refinar, con las propiedades más regeneradoras y beneficiosas para la piel.
Esta manteca se ha utilizado como ingrediente cosmético durante siglos. Su alta concentración de vitaminas y ácidos grasos, combinada con su consistencia fácil de untar, la convierten en un excelente producto para suavizar, nutrir y acondicionar la piel.
Beneficios de la manteca de karité
Hidratante
La concentración de vitaminas y ácidos grasos naturales en la manteca de karité hace que sea increíblemente nutritiva e hidratante para la piel. A menudo se usa para remediar la piel seca y para ayudar a proteger los aceites naturales de la piel.
Reduce la inflamación
En un estudio llevado a cabo en Japón en 2010, se demostró que la concentración de ácido cinámico y otras propiedades naturales, hacen de la manteca de karité un ingrediente con gran capacidad antiinflamatoria. Se descubrió, igualmente, que un compuesto en particular, el cinamato de lupeol, reduce la inflamación de la piel e incluso potencialmente ayuda a evitar las mutaciones dérmicas. Esto también hace que sea beneficioso para las personas con acné.
Suaviza la piel
La manteca de karité ayuda a la producción natural de colágeno de la piel y contiene ácidos oleico, esteárico, palmítico y linolénico que protegen y nutren la piel para evitar que ésta se seque. Mediante su uso a largo plazo, muchas personas reportan una mejora de la suavidad y el fortalecimiento de la piel, así como una amplia reducción de arrugas. Además, la manteca de karité también está indicada para usarla en niños y bebés.
¿De dónde vienen todos estos beneficios?
Los beneficios de la manteca de karité provienen de su composición química. La manteca de karité contiene:
- Ácidos grasos linoleico, palmítico, esteárico y oleico, ingredientes que equilibran los aceites en la piel.
- Vitaminas A, E y F, vitaminas antioxidantes que promueven la circulación y el crecimiento saludable de las células de la piel.
- Triglicéridos en la parte grasa de la nuez de karité que nutre y acondiciona la piel.
- Cetil ésteres, la parte cerosa de la manteca de karité que acondiciona la piel y retiene la humedad.
Es importante tener en cuenta que la composición exacta varía según el lugar donde se cosechan las nueces de karité. También es posible encontrar mantecas de karité mezclada con ingredientes adicionales, como el aceite de árbol de té o el aceite de lavanda.
¿Dónde encontrar manteca de karité?
Es posible comprar este ingrediente en su estado puro, refinado o sin refinar, comprando directamente la materia prima. Sin embargo, algunos productos cosméticos utilizan los beneficios de la manteca de karité para combinarlos con otros principios activos que potencian sus capacidades.
Para la piel de tu rostro, puedes probar con la CREMA HIDRATANTE REGENERADORA de Q77+, con manteca de karité, aceite de rosa mosqueta y ácido hialurónico, que aporta el nivel óptimo de hidratación y nutrientes para mantener la piel facial activa, saludable y vital. La fusión de estos componentes actúa en contra de la degeneración de la piel y el envejecimiento, consiguiendo una piel suave, fuerte y libre de arrugas y líneas de expresión. Gracias a sus propiedades antioxidantes es capaz de penetrar en las capas más profundas de la piel, consiguiendo liberar los activos en el corazón de la epidermis. Además, la concentración de vitaminas naturales y ácidos grasos logra una extraordinaria nutrición e hidratación de la piel, con altas propiedades antiinflamatorias.