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Estamos acostumbrados a hablar sobre cómo proteger nuestra piel en verano, pero ¿qué pasa en invierno?
Seguro que en más de una ocasión has experimentado la falta de hidratación y los efectos del frío en la piel.
Rojeces, irritaciones, tirantez…
En el artículo de hoy te vamos a contar qué cuidados debes llevar a cabo en invierno para mantener la hidratación y la buena salud de la piel.
Efectos del frío en la piel
Los factores climáticos extremos tienen una gran incidencia en la salud de nuestra piel.
Así como en verano el principal enemigo a combatir es la radiación solar, en invierno debemos prestar especial atención a los efectos del frío sobre nuestra piel y aplicar los cuidados necesarios para mantenerla en buen estado.
Con la bajada de las temperaturas, nuestros vasos sanguíneos se contraen, lo que provoca una disminución del riego sanguíneo y la capacidad de renovación celular.
Además, con el frío del invierno nuestra piel se vuelve más fina y vulnerable, por lo que no es de extrañar que aparezcan irritaciones, rojeces, sequedad o descamación. Sobre todo en el caso de la cara, que es una de las zonas más expuestas al frío durante el invierno.
Llevar a cabo los cuidados que te contamos a continuación puede ayudarte a paliar los efectos del frío y a mantener la hidratación de la piel durante el invierno.
5 cuidados para hidratar tu piel en invierno
Si no quieres que el frío del invierno no tenga consecuencias en tu piel, deberás seguir algunas precauciones:
1. Evita los cambios bruscos de temperatura
Los cambios bruscos de temperatura pueden ser muy perjudiciales para la salud de tu piel.
Por eso, durante la estación más fría del año, es recomendable evitar las duchas demasiado calientes y procurar que la calefacción no supere los 21 ºC o 22 ºC para reducir la diferencia de temperatura con el exterior.
Además, los baños de agua caliente eliminan con mayor facilidad los aceites naturales que mantienen la humedad de nuestra epidermis, de manera que reducir la temperatura del agua contribuye también a mantener la hidratación de nuestra piel.
Por otro lado, proteger tu piel del frío con guantes y bufandas cuando salgas al exterior también puede ayudar a evitar los efectos del frío en la piel. Aunque si tienes la piel sensible, deberás evitar los tejidos que puedan provocar irritación como, por ejemplo, la lana.
2. Utiliza una crema hidratante regeneradora
Los cuidados de la piel en invierno deben poner el foco en la hidratación y la protección. Por eso es tan importante elegir una crema de uso diario que cumpla con estos dos requisitos.
La crema hidratante regeneradora de Q77+ es una excelente opción para paliar los efectos del frío en la piel, pues contiene ácido hialurónico para proporcionarle una hidratación profunda y aumentar su grosor, rosa mosqueta para regenerar los tejidos dañados y manteca de karité para protegerla de los factores ambientales.
3. Aplica mascarillas faciales calmantes
Durante los meses de invierno, puede resultar muy conveniente reforzar tu rutina facial con el uso de mascarillas que, además de calmar la irritación de la piel, ofrezcan un plus de hidratación a tu rostro.
Nuestra recomendación es aplicar una mascarilla facial como la Gold Booster Mask: con oro coloidal de 24K para disminuir la descamación y potenciar la renovación celular, aceite de rosa mosqueta para reparar e hidratar la piel y jugo de aloe vera que, además de tener un poderoso efecto calmante, le proporciona un boost de vitaminas y minerales para superar el invierno con mayor facilidad.
4. Cuida tu alimentación
Como ya comentamos en nuestro artículo sobre las 5 claves para eliminar las rojeces, la alimentación es un factor decisivo para mantener la hidratación y la buena salud de nuestra piel.
¿Sabías que la naturaleza es tan sabia que nos ofrece en cada momento los alimentos que más nos pueden ayudar? Pues sí. Por eso las frutas de verano tinen un mayor contenido de agua y las de invierno, como la uva, la granada o los cítricos son ricas en vitamina C y antioxidantes.
De modo que, si adaptas tu alimentación a las frutas y verduras de temporada, no solo estarás aportando a tu piel toda la hidratación que necesita en invierno, sino que también proporcionarás a tu organismo todos los nutrientes necesarios para hacer frente a esta estación.
5. Utiliza humidificadores
El uso de calefacciones y el viento frío del invierno son los principales causantes de la sequedad ambiental. Y esta sequedad tiene un gran efecto en la deshidratación de la piel.
Sin embargo, colocar un humidificador en el punto de la casa o la oficina donde más tiempo permanecemos puede ayudarnos a mantener los niveles de humedad en el ambiente y a mejorar la hidratación de nuestra piel durante los meses de invierno.
¿Qué te parece? Tampoco es tan complicado, ¿verdad?
Si te apetece saber más sobre la hidratación de la piel y los ingredientes que te pueden ayudar a potenciarla, te recomendamos que leas nuestro artículo sobre los 5 ingredientes más hidratantes para la piel.