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A medida que avanza la primavera, la adormecida naturaleza de nuestro estilo de vida invernal se despierta en nuestro cuerpo para enfrentar el reto de una nueva temporada. Sin embargo, la mayor demanda de energía que conllevan los días más largos de la primavera, puede exceder la capacidad de nuestro cuerpo para manejar bien este cambio. La consecuencia del ajuste hacia este cambio estacional se llama astenia primaveral.
¿Qué es la astenia primaveral?
La astenia primaveral es una condición no específica que se define como una colección de cambios mentales y, en ocasiones, físicos, que acompañan el final del invierno y el comienzo de la primavera. Se cree que es una reacción al clima más cálido y se puede explicar como un mecanismo de adaptación a los cambios de temperatura ambiental.
La afección se puede experimentar ya sea como un aumento repentino e importante de la vitalidad y energía acompañado de una sensación de querer pasar más tiempo al aire libre, o como una fatiga inexplicable, apatía, dolor articular o muscular, somnolencia, alteraciones del sueño o mal humor.
Esta astenia o fatiga primaveral no se considera una enfermedad, pero una vez se reconocen los síntomas, ser capaz de combatirlos es esencial no solo para sentirte mejor a lo largo del día sino para evitar consecuencias perjudiciales a medio plazo.
Un estudio llevado a cabo en 2009 y publicado en la Revista de Psicología Aplicada analizó cientos de miles de lesiones mineras entre 1983 y 2006. Según la investigación, el promedio de lesiones moderadas en el trabajo entre los mineros de carbón durante los lunes fueron 63. Sin embargo, el lunes después del cambio de horario de verano, la cantidad de lesiones aumentó cerca de un 6%. Este hecho demuestra que la astenia primaveral es la única indisposición que causa este fenómeno, ya que el cambio de horario de otoño no provoca este aumento de siniestralidad respecto el promedio habitual.
Remedio para recuperarnos de la Astenia Primaveral
Aunque la astenia primaveral puede desaparecer por sí sola tras unas semanas, cuando nuestro cuerpo finalmente se adapta a la nueva temporada, hay algunas formas de acelerar el proceso de recuperación y prevenir la mayoría de los síntomas.
Una de las formas más fáciles de evitar o eliminar la astenia primaveral es nuestra dieta. Ésta debe incluir alimentos ricos en vitamina C y E, magnesio, hierro y calcio. De este modo, nuestra dieta debe incluir frutas y verduras crudas, nueces, cacahuetes o almendras, pescado y marisco, así como una dosis equilibrada de productos lácteos. Dado que muchas veces es difícil mantener una dieta que aporte todos estos nutrientes, es posible recurrir a suplementos alimenticios que te aporten todas estas sustancias y te den el impulso de energía que necesitas. Los comprimidos REGENERATOR de Q77+ están especialmente formulados con una serie de principios activos que ayudan a combatir el agotamiento y los estados de ánimo bajos, mitigando la astenia típica del cambio estacional y renovando el vigor y la vitalidad física y mental de nuestro organismo.
Además, mantenerse bien hidratado y sustituir la cafeína por alternativas como infusiones, té o ginseng te ayudará a estimular la vitalidad y reducir el estrés.
Por último, pero no menos importante, no te olvides de lo que generalmente te hace feliz. Leer, pasear por el parque, practicar deporte, irte de vacaciones o simplemente pasar tiempo con sus seres queridos ayuda a superar los síntomas de la astenia primaveral.