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Es muy común que durante este periodo de tiempo puedas sentirte con falta de energía y vitalidad. Aunque la astenia no sea considerada una patología, sí es un problema grave que puede incluso provocar grandes alteraciones en nuestro cuerpo. Sin embargo, hay muchas maneras de combatirla, desde realizar cambios en nuestro estilo de vida hasta consumir alimentos concretos que nos proporcionen esta dosis extra de energía que nuestro cuerpo requiere.
Añadir hipervínculo en cambios en nuestro estilo de vida que direccione al artículo “Cómo superar los síntomas de la astenia otoñal sin perder energía”.
En este artículo detallamos los mejores alimentos para combatir la astenia otoñal, teniendo en cuenta que la nutrición es un factor clave para evitar la fatiga propia de la llegada del otoño. Este es el mejor momento para poder empezar a cuidar la alimentación tras los excesos y desórdenes de la época estival.
Alimentos para combatir la astenia otoñal
Frutos secos
Al comer frutos secos sin sal, nuestro cuerpo obtiene un impulso de energía lleno de nutrientes y libre de cualquier forma de procesado. Concretamente, las nueces son ideales para la dieta de otoño ya que disponen de un alto contenido en calcio que ayuda a mejorar la salud ósea, favorecen los niveles de colesterol en sangre y aportan una sustancial dosis de antioxidantes. Si es posible, remoja las nueces en agua para activarlas y aumentar su valor nutritivo, permitiendo que el cuerpo las digiera más fácilmente.
Las avellanas, al ser ricas en flavonoides, ayudan a estimular la circulación sanguínea y fomentan la actividad cerebral. Del mismo modo, los anacardos son ricos en ácidos grasos insaturados y muy útiles para cuidar el sistema nervioso y fortalecer nuestras defensas.
Aguacate
Este delicioso alimento contiene proteínas y ácidos grasos omega-3, perfectos para prevenir enfermedades cardiovasculares y también es muy rico en triptófano, un aminoácido esencial para que nuestro cerebro segregue serotonina, la hormona relacionada con la sensación de bienestar.
Te recomendamos que lo tomes en el desayuno, con un poco de pan, para obtener la energía que tu cuerpo requiere durante el resto del día. El aguacate contribuye al buen funcionamiento de los músculos, por lo que la llegada del otoño es ideal para incluir este alimento en la dieta, junto con el mantenimiento de la rutina deportiva.
Pescado azul
De nuevo, el pescado azul es muy rico en ácidos grasos omega-3 y vitamina B3, ambos elementos muy indicados para controlar el colesterol “malo” en sangre. El pescado azul es ideal para cuidar la salud cardiovascular, la circulación a través de las arterias y para mantener los niveles de energía en el organismo.
Recomendamos tomar el pescado azul (sardinas, atún, salmón,…) a la hora de cenar, ya que al proporcionar un efecto directo sobre el sistema nervioso, ayuda a lograr el estado de relajación para conseguir un sueño más plácido y profundo y adaptarse al nuevo horario de invierno.
Legumbres
Las legumbres como las verdinas, los garbanzos, las alubias o las lentejas son imprescindibles en la dieta otoñal ya que aportan minerales como el hierro, que contribuye a dar el impulso de energía que el cuerpo necesita en el cambio de estación y su déficit ocasiona cansancio y debilidad.
Además del hierro, en casos de fatiga y apatía, también hay que enriquecer la dieta con alimentos ricos en vitamina B. Las legumbres y algunos alimentos integrales son muy ricos en vitamina B y, además, ayudan a mantener la microbiota intestinal en buenas condiciones.
Chocolate negro
El chocolate negro es muy rico en teobromina, una sustancia estimulante presente en la cáscara del cacao que tiene propiedades diuréticas, vasodilatadoras y actúa sobre nuestro sistema nervioso promoviendo la producción de serotonina. Es un alimento ideal para paliar la fatiga ya que su rica fuente de minerales como magnesio, calcio, hierro y potasio ayuda a estimular las capacidades cognitivas y mejora la concentración y el estado de ánimo en el cambio de estación.
Brócoli
Comer brócoli es importante en cualquier época del año, pero en la llegada del otoño lo es de forma especial por su alto contenido de vitaminas del grupo B, ácido fólico, vitamina C, provitamina A (betacaroteno) y antioxidantes. Este cóctel de nutrientes es perfecto para combatir la fatiga otoñal y evitar el desequilibrio alimenticio que conlleva el cambio de temperatura.
Huevo
El huevo es un alimento muy práctico ya que es muy fácil de cocinar en cualquier comida del día y además es altamente nutritivo, por lo que resulta perfecto para el cambio de estación. Es muy rico en proteína y contiene minerales como hierro, azufre, potasio y fósforo, ideales para la dieta de otoño.
Los huevos proporcionan el 30% de las necesidades proteicas diarias y son excelentes para asegurar que los músculos se recuperen adecuadamente después del ejercicio y para que el cuerpo se sienta fresco para el día siguiente.
Jengibre
El jengibre es un alimento muy eficaz contra la gripe y los resfriados, ya que favorece la expectoración y además reduce los niveles de estrés. En esta época del año cuando entra ya el frío de otoño, el jengibre, la miel y el limón son una combinación muy recomendable para prevenir constipados. Se puede consumir en forma de infusión o en polvo, como condimento en las comidas, siempre tratando de no abusar demasiado debido a su picante y aromático sabor.