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El colágeneo es una proteína presente en casi una tercera parte de nuestro organismo, un elemento básico de nuestro huesos, articulaciones, tendones, cartílagos, ligamentos, incluso está presente en los vasos sanguíneos, en nuestras encías, en la córnea y, por supuesto, también la piel.
En cada una de las zonas en las que está presente, el colágeno tiene una función concreta. En el caso que más nos interesa, que es la piel, el colágeno se entrelaza con la elástina y la queratina para dotar a la piel de una mayor fortaleza, resistencia y a la vez elasticidad.
El cuerpo produce su propio colágeno. Sin embargo, existen factores que pueden afectar de manera negativa a la producción o fabricación de colágeno del organismo, una de las causas que se han relacionado con la degradación del colágeno es la edad. Y si hablamos de los efectos de una pérdida de colágeno en a piel se traducen en arrugas, sequedad, pérdida de elasticidad e incluso aparición de varices.
Es importante tener muy en cuenta que las patologías que provoca una desgaste de colágeno, no sólo afecta a las mujeres. Cierto es que los cambios hormonales que tienen lugar durante la menopausia juegan un papel decisivo y agudizan los procesos; pero cierto también es que, este es un problema que afecta a ambos sexos, también a los hombres.
Frente al desgaste o falta de colágeno, resulta ideal adelantarse y prevenir. Y sin ninguna duda, la alimentación es uno de los mejores recursos de prevención. Existen ciertos alimentos que tienen la capacidad de aumentar la producción de colágeno en el organismo, por lo que implementarlos en la dieta ofrece grandes ventajas.
Algunos de esos alimentos son:
- La vitamina C contribuye a la producción de colágeno. Por ello, cualquier alimento rico en vitamina C es un perfecto aliado en esta batalla.
- Las claras de huevo, el pescado y las legumbres son alimentos ricos en proteínas y amoniacoidos, que contribuyen a la formación de nuevo colágeno.
- El azufre, presente en alimentos como las aceitunas o los pepinos, también ayuda al organismo a producir colágeno.
- Diversos estudios han concluido que también la genisteína, presente en la soja y todos sus derivados, es muy beneficiosa en este caso.
Sin embargo, tengamos cuidado, ya que al tratarse de una molécula compleja y de difícil absorción, algunos estudios han concluido que no todo el colágeno que comemos es utilizado por el cuerpo. Además, ha sido demostrado que si lo ingerimos crudo casi no es aprovechado por el organismo.
