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¿Por qué hay que hidratar la piel?
La piel tiene sus propios mecanismos de hidratación, pero hay factores externos, como el sol y la contaminación ambiental, e internos, como algunas enfermedades, que afectan su normal funcionamiento. En estos casos su flexibilidad y resistencia se ven afectadas y es necesario el aporte de una ayuda extra que evite la sequedad, descamación o tirantez, que propician las temidas arrugas.
Algo a tener en cuenta, es que con el paso de la edad las glándulas sebáseas tiene menor actividad y la piel pierde su capacidad de retener el agua, por lo que se reseca con mucha más facilidad.
Otros factores externos que disminuyen la hidratación son el consumo de tabaco, de alcohol, la calefacción o el aire acondicionado. Cuando la piel no está equilibrada es más propensa la aparición de arrugas, manchas o flacidez.
Por estos motivos la hidratación de la piel es importante a cualquier edad y en cualquier época del año.
¿Cómo hidratar la piel?
Para mantener la piel hidratada serán necesarias la hidratación externa e interna. Externamente se hidratará con cremas que aportarán el equilibrio necesario para mantener la piel luminosa, suave y saludable. Desde el interior, debemos acostumbrarnos a beber como mínimo ocho vasos de agua al día e incorporar alimentos a nuestra dieta diaria que proporcionen líquidos y nutrientes que favorezcan la hidratación y la buena salud de nuestra piel. Entre estos alimentos están las frutas y verduras. Mientras más variada y completa sea nuestra dieta, mayores serán los recursos con los que contará nuestro organismos para que nuestra piel esté saludable e hidratada.
Los productos hidratantes son básicos. Es importante saber qué tipo de piel tenemos para poder elegir las cremas que mejor se adapten a nuestra piel.
La piel de la cara es la más sensible de todo el cuerpo, por eso, la rutina de limpieza facial debe incluir siempre la hidratación ya que refresca y relaja el rostro.
Hay que tener en cuenta cuáles son los mejores momentos para hidratar la piel y en los que las rutinas que llevemos a cabo serán más efectivas. Los momentos perfectos para hidratar la piel mediante cremas o lociones son por la mañana y por la noche. Por la mañana será tras levantarse de la cama y antes de empezar la rutina diaria y por la noche, justo al final del día, después de haber eliminado el maquillaje por completo. Siempre con la cara totalmente limpia para que no haya ninguna partícula de suciedad que impida una completa penetración del producto hidratante.
Una magnífica opción para hidratar tu piel es la crema hidratante regeneradora Q77+ que además del novedoso factor 77, te aportará micronutrientes esenciales y principios activos de origen natural, que disminuirán rápidamente los signos de envejecimiento y aportarán la máxima suavidad y luminosidad a tu rostro.
Los baños termales, las saunas y los baños de vapor mejoran notablemente el nivel de hidratación de la piel.
Si aplicas la crema hidratante con el rostro un poco húmedo, la crema ayudará a retener el agua y la hidratación se mantendrá a lo largo del día.